viernes, 13 de noviembre de 2015
martes, 20 de octubre de 2015
Inception y Pensamiento Filosófico
viernes, 11 de septiembre de 2015
La noche de los lapices: La Liquidación Sistemática del Otro
sábado, 5 de septiembre de 2015
Punto y Coma
domingo, 30 de agosto de 2015
Desobediencia
Obedecer, es algo que realizamos constantemente, y hoy vamos a pensar algunos aspectos de la obediencia y valorar la desobediencia como una opción más.
Solemos pensar que la obediencia es la subordinación que ofrecemos a lo que consideramos una autoridad, es decir, entregar nuestro tiempo y nuestra voluntad a alguien o algo que pensamos que tiene un derecho superior para hacerlo, pero no es una creencia correcta ya que no obedecemos por carisma o por considerarlo superior, obedecer implica una recompensa igual o superior a la entrega que realizamos obedeciendo.
¿Por qué obedecer?
Lo normal no es obedecer sin más, como con casi todo lo que hacemos, con la obediencia buscamos un intercambio, es decir, ofrecemos nuestra sumisión a cambio de algo. Vamos a tener varios entes que nos van a decir lo que tenemos que hacer, y en nuestra mano siempre está la elección de obedecer o no obedecer, pero elegimos obedecer ya que finalmente nos reporta algún beneficio, ya sea pertenencia a una sociedad, por mantenernos en un orden jerárquico, por ganar afecto, por dinero, por evitar una represalia o incluso por preservar nuestra integridad física.
Cuando obedecemos consideramos la motivación ofrecida un valor superior a nuestra sumisión.
¿Obedecemos demasiado?
Si lo pensamos, al cabo del día son muchos los entes a los que obedecemos y a los que ofrecemos sumisión, ya sean padres, hijos, cónyuges, jefes, líderes, normas, autoridades… y tanta obediencia repetitiva puede acabar creando un perfil servicial permanente en nosotros.
Sabemos que la repetición de actos se convierte en un hábito, y los hábitos que se repiten se convierten en costumbres, y la costumbre es algo que pasa a formar parte de nosotros, de ese piloto automático que llamamos subconsciente, y que programa las respuestas más habituales hacia un problema que se repite, evitando así pasar por nuestro pensamiento crítico.
Cuando decimos que una madre está malcriando a su hijo dándole todo lo que pide, es porque está cediendo a la autoridad de su hijo, no solo sin beneficio, sino además con perjuicio tanto para ella como para el hijo. Obedecer ante las peticiones repetitivas de este hijo día tras día se ha convertido en una costumbre que ha hecho que pasen los años y la madre siga siendo servicial a modo de costumbre, sin pensar lo bueno y lo malo de sus actos.
No tengo nada en contra de las madres, es un ejemplo hipotético, tal como podría hablar del jefe que abusa de lo que pide a sus empleados, o de los gobiernos que se aprovechan del sedentarismo cognitivo y sumisión de sus ciudadanos.
¿Que es la desobediencia?
Desobediencia es el acto de no acatar una norma que se tiene obligación de cumplir, no obedecer.
¿Por qué desobedecer?
Un niño jugando tira la pelota detrás de una caseta que hay al fondo del jardín, va a buscarla, la coge, pero hay un nido de avispas y le acaban picando varias. Días mas tarde ese mismo niño está jugando a la pelota con su padre en el jardín, y la pelota acaba colándose de nuevo detrás de la caseta. El niño está mucho más cerca, y el padre manda al niño a buscarla, pero en niño se niega, y la cariñosa argumentación de ir buscar la pelota acaba en discusión, el niño acaba llorando y el padre usa su superioridad para persuadir al niño con amenazas.
El niño le explica entre lloros que no le quiere obedecer porque ha tenido una mala experiencia ya que le picaron 8 avispas, el padre cegado por el cuestionamiento de su autoridad arrastra al niño hasta la caseta y le explica que a él nunca le han picado las avispas. Se acercan a la caseta, el padre se cuela detrás forzando al niño, y ambos acaban siendo picados por las avispas.
Sin ánimo de entrar en un debate sobre educación infantil, en este ejemplo vemos como la escala de valores del niño ha variado, y si de normal es sumiso por varios motivos como complacer a su familia, respetar a su padre, o incluso por miedo a una represalia, ha entrado en juego algo más fuerte, que es la picadura de la avispa. En este caso no se puede negociar la obediencia, ya que el daño que va a sufrir es mucho mayor y manda sobre todo lo demás.
Es decir, si somos sumisos y obedecemos a cambio de algo por lo que vale la pena ser sumisos, cuando lo que nos espera al cumplir la orden no tiene recompensa o motivación válida, nos cuestionamos dicha obediencia.
Dicha motivación puede variar y ser muy personal, podemos desobedecer un jefe por orgullo, desobedecer una norma por placer, o desobedecer un líder por motivos morales, por ejemplo.
Vemos en las noticias como muchos colectivos plantean opciones a los gobierno para no llegar a tener que cumplir órdenes que consideran poco éticas, o para que no obliguen a otros a cumplirlas, o incluso cómo se desafía la autoridad de un gobierno, ya que lo que quieren obligar a obedecer supone un mal mucho peor que cualquier represalia de sus mecanismos represaliadores.
¿Como cuestionar la autoridad de alguien que establece lo que es la autoridad? ¿En qué situaciones está justificado desobedecer? ¿Está la sociedad demasiado acostumbrada a obedecer? ¿Es más fácil obedecer que replantearse a cada momento si obedecer o no obedecer?
sábado, 15 de agosto de 2015
Esa gente
Esa gente de la que hablaba Weber en los albores de la sociología:
“Especialistas sin espíritu, gozadores sin corazón: estas nulidades se imaginan haber ascendido a una nueva fase de la humanidad jamás alcanzada anteriormente”
Esa gente mecanizada somos nosotros. Especialmente formados para una función específica, en una celda con nuestro nombre en la puerta. Igual que una máquina de coser, hacemos lo que debemos hacer dentro de la fábrica, en horarios y plazos concretados, y sino no funcionamos bien, así lo creen los demás y así lo creemos nosotros. No solo eso, sino que además pensamos que nunca hubo humanidad mejor.
Esa gente.
Esa gente que necesita vacaciones para compensar la frustración de su día a día e imaginarse otra vida.
Esa gente que va a los bares y discotecas a llenar sus corazones con alcohol y que prefiere llenar su cabeza con lo que salga por una pantalla.
Esa gente que critica a los que ven la tele pero curiosamente conocen los últimos anuncios y los puntos fuertes del último reality de moda, esa gente que no ve la tele, la ve solo un poquito, que se parece más a no verla que a verla.
Esa gente que prefiere una goma con forma y sabor fresa, que una fresa.
Esa gente que ha de acudir al baño de su trabajo para sentir unos segundos de libertad.
Esa gente que come papas fritas mientas piensa en que tiene que ponerse en forma, esa gente que va al gimnasio en coche.
Esa gente que da su vida por perdida casi al comienzo, y prefiere pensar que luego viene otra que será mejor.
Esa gente que anticapitalista, defensora del medio ambiente y contraria a la esclavitud, que tiene los últimos aparatos de moda.
Esa gente que no sabe de donde viene la comida que se lleva a la boca.
Esa gente que se ilusiona más con el proyecto de mejorar su casa que con el de mejorar sus virtudes.
Esa gente que ya no mira a los ojos.
Esa gente que se siente rara cuando tiene tiempo libre, y se siente culpable si no hay productividad en sus actos.
Esa gente que sería igual corrompible que los políticos corrompidos de los que se queja.
Esa gente que ya lo sabe todo, y cuya ansia de contar lo suyo le impide escuchar al otro
Esa gente que vive en el mundo de las apariencias.
Esa gente que tiene el saber más cerca que nunca pero le resulta menos atractivo que el ocio.
Esa gente que no sabría sobrevivir sin un sin fin de productos y servicios.
Esa gente que pese a cargar con algunas de estas cosas se creen perfectas, ya que sino se lo repiten constantemente y sino lo defienden a capa y espada no se lo van a creer ni ellos, al igual que solo aceptan su autoengaño como única forma válida de entender la felicidad, descalificando y mofándose de la de los demás por miedo.
No soy perfecta muchas de estas características son aplicables a mi, quizás no seamos la gente de la que hablaba Weber, quizás seamos algo que ha ido a más. Quizás ni siquiera se atreviera ponerle nombre a “esa gente”, porque simplemente se refería a “la gente”.
sábado, 25 de julio de 2015
Víctimas de la emotividad
Vivimos en una sociedad emotivista.
Vivimos rodeados de personas que no piensan el mundo, y no tienen bases morales para sus opiniones.
Sus juicios morales y creencias dependen de su estado de ánimo o de sus experiencias recientes.
Estos juicios morales no tienen base sólida y las personas que los usan de alguna manera se percatan.
Para darles base se deben convencer a si mismos a la vez que te convencen a ti.
No pueden opinar sobre una creencia o experiencia, debe ser la mejor y tu también debes reconocer que es la mejor.
Mejor incluso que la que tu tienes, su opinión tiene que ganar, por trivial que sea el tema.
No hay razones objetivas detrás de un precepto, una persona debe manipular a otra para lograr que ésta cambie de opinión.
No hay un intercambio, nadie reconoce su ignoracia, solo una lucha de creencias.
“Beber cerveza sienta mal” diría alguien para expresar sus sentimientos y tratar de influir sobre los sentimientos del otro, ya que sería un sinónimo de “No apruebo beber cerveza y tú deberías hacer lo mismo”.
El emotivismo es el fenómeno que se da en la gente para la que decir “esto es bueno” significa más o menos “yo lo apruebo, hazlo tu también”.
Sin reflexión, sin fundamento moral y con violencia intrinseca. ¿Te suena esta situación? Quizá siempre caemos en esta emotividad.
Ahora, prestemole atención y no dejemos que influya. Piénsalo, piénsate.
viernes, 17 de julio de 2015
Sin ganas de pensar
Hoy como cada fin de semana desde que me amenazaron iba a dedicarme a la linda tarea de hacer una entrada en este desolado blog, estaba revisando entre los viejos y nuevos escritos que podría estructurar para hacerla, pero estoy cansada, no físicamente, estoy cansada mentalmente, los sucesos de estos últimos días me tienen agotada, mentalmente agotada, espiritualmente agotada.
Por primera vez desde hace mucho tiempo no tengo ganas de pensar.
Hasta aquí llego hoy y por lo visto por este fin de semana.
sábado, 11 de julio de 2015
La percepción ¿amiga o enemiga?
Últimamente leo y pienso mucho en la percepción, que aunque no es un tema muy clásico de la filosofía, ha sido tratado numerosas veces y tiene una influencia importante sobre cada uno de nosotros, especialmente a la hora de pensar y a la hora de interpretar el mundo.
Vamos a ponernos en situación, imaginemos que estamos escribiendo y se nos cae un boli, no pasa ni un minuto y se nos vuelve a caer, y acto seguido se nos vuelve a caer, y ya enfadados lo agarramos lo miramos y decimos ¡Maldito boli deja de caerte!
En un momento nos vemos enfrentados a dos problemas, por un lado tenemos el enfado de la situación, y por otro lado nos hemos ganado un enemigo mortal que es el boli, y ahora es cuando pensamos ¿Cuál es el problema aquí? ¿Cómo en ocasiones nos enfadamos con cosas inertes? En parte es un problema de percepción, percibimos maldad donde no la hay.
Podríamos definir la percepción algo así como “una actitud subjetiva a la hora de interpretar el mundo”.
Con el boli hemos percibido un enemigo, aunque realmente no lo había.
Cuando no controlamos nuestra percepción se maneja a su antojo, las situaciones se tornan difíciles o agradables según nuestro estado de ánimo, pero cuando la controlamos podemos hacer que el mundo nos dé justo lo que deseamos.
A principios de año fui a un curso de una técnica de meditación budista, el primer ejercicio era la meditación basada en la compasión hacia el mundo.
Recuerdo que durante cada pequeño ejercicio de meditación se hacían más evidentes los ruidos de larespiración de un compañero, un hombre mayor con una respiración fuerte, ruidosa, entrecortada, angustiosa, y con cada ejercicio se convertía en elfoco principal de mi atención hasta el punto nublar mi mente totalmente, yo me preguntaba ¿lo estará haciendo queriendo? ¿Querrá ser el centro de atención y por eso respira así? Mi convencimiento de que era un acto voluntario era absoluto.
Cuando la situación se tornó tensa en mi interior, decidí cambiar mi percepción, no conocía de nada a ese hombre pero sin embargo lo estaba percibiendo como alguien que quería fastidiarme, así que puestos a emitir un juicio basado en suposiciones, decidí suponer que ese hombre tenía esa respiración por un problema, me imaginé que sufría de una terrible enfermedad de garganta, e incluso lo llevé al extremo de pensar que estos eran sus últimos días debido a dicha enfermedad.
Inmediatamente sentí compasión, mi enfado desapareció, y dejé de oír esa respiración.
El tema de la percepción es mucho más largo y profundo, estos ejemplos del boli y del hombre que respira fuerte, eran dos ejemplos personales como víctima de algo que Séneca definía como “la impresión de que se burlan de nosotros”, tenemos el ejemplo de un elemento inanimado y de un ser vivo, y en ambos casos los dotamos de un carácter mal intencionado ante la duda, creando así un problema del que solo somos víctimas nosotros mismos.
Más recientemente tenemos un estudio más intensivo del uso de la percepción del filósofo y experto lingüista Noam Chomsky escribe sobre ello y hay diversas técnicas para afrontar los problemas…
Poner nuestro problema en un marco más grande para verlo mas pequeño:
¡A todo el mundo le pasa!
O buscar el opuesto positivo de un problema:
No tener miedo al fracaso, sino ganas de hacerlo bien.
O el uso del “pero” y el aunque para cambiar el peso en la información de una idea:
En la frase:
“he encontrado una solución a mi problema, pero seguro que volverá a surgir de nuevo”
Tenemos el peso en la parte negativa, mientras que si decimos:
“he encontrado la solución a mi problema, aunque vuelva a surgir de nuevo”
La idea principal se queda en “he encontrado la solución a mi problema”
En general los libros que han pasado por mis manos hablando de este tema vienen a comunicar que ante una situación que desconocemos nuestra percepción suele ser negativa para poder así defendernos de ella, y tenemos una especial predisposición a pensar que tanto objetos como personas quieren fastidiarnos.
¿Son los problemas algo objetivo, o es nuestra percepción su creadora? ¿Todos los problemas tienen un punto de vista positivo? ¿Por qué es tan difícil cambiar nuestra percepción de algo negativo hacia algo positivo cuando tenemos la posibilidad de hacerlo?
sábado, 4 de julio de 2015
Miedo a la muerte
¿Es la muerte lo que más tememos? ¿Es el el miedo a la muerte más grande que el miedo a un gran sufrimiento? Son preguntas para pensar.
¿Es racional tener miedo a la muerte cuando es el final de todo? En general pensamos que sí, porque la muerte es la pérdida de la vida, y vivimos con el espejismo de una vida sin final, pocas veces son las que tenemos en cuenta nuestro ocaso o las que hablamos de él como algo natural y aceptando su inevitable llegada.
Los epicúreos pensaban que la muerte es un estado de inexistencia, no hay que temerla, pero cuando hablamos de muerte dolorosa ahí sí que podemos tener miedo racionalmente.
Hay una idea muy significativa de esta escuela que dice algo así como “no hay que temer a la muerte, pues cuando estamos vivos no llega, y cuando llega ya no estamos vivos para verla” lo que nos resume su pensamiento, la muerte como algo que no existe, algo que nunca vemos, y por lo tanto no deberíamos temer tanto.
Los estóicos por su parte pensaban que no hay que temer a la muerte, pues no se puede hacer nada al respecto, su típico punto de vista estóico les hacía ver este temor como algo irracional, no hay ruta de escape a la muerte ni nada que pueda cambiarlo.
Hay otro punto de vista interesante del miedo a la muerte, y es e punto de vista evolutivo, darwiniano, que sugiere el miedo a la muerte como algo natural, ya que el ser humano está genéticamente creado para sobrevivir y reproducirse, y se ve el miedo a la muerte como un instinto que obliga a realizar estos actos antes de morir.
Sobre esto podemos contraponer la opinión deVoltaire, que apoya que el ser humano sea el único animal consciente de su muerte, pero eso no implica que el resto de animales no luchen por su reproducción y supervivencia, por lo que podemos entender el miedo a la muerte como algo que proviene de la cultura y el pensamiento, y quizá sea esto mismo lo que pueda cambiar dicho temor.
El miedo a la muerte es algo curioso, José Antonio Marina, en su libro “Anatomía del miedo” determina que nos volvemos miedosos por 3 causas, sucesos traumáticos, daños penosos y repetidos, y por aprendizaje social, siendo que no tenemos sucesos relacionados con la muerte podemos deducir que nuestro miedo procede de algo cultural, y muy cercano a lo irracional.
Incluso después de todo esto podemos seguir viendo a muerte con miedo. Al principio he formulado la pregunta ¿Es el el miedo a la muerte más grande que el miedo a un gran sufrimiento? Y podemos seguir pensando que sí, ya que si nos pusiéramos muy estóicos y perdiéramos este miedo a la muerte puede que nos siguiera dando miedo por el sufrimiento ajeno ya que la muerte es socialmente visto como algo negro y triste pero ¿Qué pasa en las culturas donde se celebra la muerte? ¿Si la muerte fuera bien considerada cuando es heróica como en la antigüedad, o si se recordara por nuestros seres queridos como algobueno y natural nos daría tanto miedo?
domingo, 21 de junio de 2015
Frustración
Últimamente me he dedicado a salir un poco más de mis lecturas comunes gracias a un gran amigo.
La barrera que me mantenía a mi sitio era las ideas concebidas con anterioridad sobre estos temas, a raíz de esta salida de mi zona de confort he decidido abordar estos temas de manera filosófica.
Así que hoy hablare sobre un tema que parece dar muchas complicaciones mientras está disfrazado pero que se esfuma rápidamente cuando se desvela: la frustración.
Creo que es un tema importante, pues cuando me he desvelado como una persona de utilidad para solucionarlo, ha sido la prioridad de muchas personas.
Dichos problemas, en resumen, han venido a quedar así, los enumero por si a alguien puede verse identificado en una de estas situaciones:
La vida no me da lo que quiero
La vida no me da lo mismo que a otro
La vida no me da lo que me merezco
Realmente estos problemas, y algunos similares, se resumen en uno:
La vida no me da lo que quiero
Y pensando en que “la vida” o “nuestra vida” hace referencia a la forma en la que nos manifestamos en nuestra realidad, podríamos decir que es algo nuestro, mi vida soy yo, por lo que el problema quedaría así:
Yo no tengo lo que quiero
Y si damos por supuesto que solemos pretender cosas que queremos, vamos a resumir el problema:
Yo no tengo…
Si lo pensamos por un momento ¿No es esto lo que hay detrás de todos los problemas? ¿Puedes hacer crecer tus problemas actuales desde esta raíz?
Yo no tengo dinero, yo no tengo salud, yo no tengo tiempo, yo no tengo la posibilidad de hacer que mis padres no mueran, yo no tengo la posibilidad de vivir eternamente, yo no tengo la solución para arreglar el mundo, cualquier cosa que nos pueda perturbar puede venir de la falta de algo para notros mismos, para otro u otros.
Para profundizar en esto necesitamos tener en cuenta dos conceptos:
Expectativa: Suposición basada en el futuro, basada en lo que deseamos o en lo que pueda ser lo más normal que pase.
Frustración: Respuesta emocional relacionada con la decepción, que surge del incumplimiento de una voluntad, o expectativa, personal.
Si hemos tenido la expectativa, o incluso la esperanza, de poder tener lo que no podemos tener, alcanzaremos frustración, e incluso si pensamos en las posibles soluciones para un problema y no tenemos la mas mínima posibilidad de alcanzarlas, alcanzaremos un sentimiento de frustración.
Entonces, cuando un problema persiste… ¿Dónde se haya la solución? ¿Hay alternativas a la frustración?
Hay problemas que tienen solución, y que se alcanzan de una u otra manera. La manera en que se alcanza la solución a un problema es incierta, única para cada situación y en pocas ocasiones podremos encontrar alguien o algo que nos la aporte sin más, cada uno enfrente los problemas de la manera que buenamente puede y sabe, pero ¿Qué pasa con esos problemas que persisten y que son fuente de constante frustración?
1- El sentido de justicia
Tras filosofar (con ayuda) sobre este tema, una de las pocas cosas que puede acabar con el sentimiento de frustración es el sentimiento de justicia.
El ejemplo ha sido: Un asesino puede sentirse preocupado y frustrado por no tener libertad, pero si acepta su pena como justa, dicho problema desaparece.
Sentir que la situación que tenemos es justa puede hacer que dejemos de percibir el problema como tal, y hará que lo empecemos a percibir como un hecho, y que sea un punto de partida hacia otra etapa.
Habrá situaciones en las que parezca imposible pensar que una situación “es justa”, pero este pensamiento está relacionado a un nivel superior con pensar que la situación simplemente “es”, con lo que llegamos a la situación de abrazar el problema, aceptarlo. Podemos pensar que “ha sido determinado”, o pensar que “ha sido” y punto, depende de nuestras creencias.
En todo caso estamos hablando de un estado de ánimo imperturbable por cualquier problema ya que los aceptamos y abrazamos como algo inamovible, estamos hablando de estoicismo.
2- El desapego
Propio del budismo, ante el problema de “Yo no tengo…” le vamos a quitar el “no tengo…” porque no tengo especial apego por nada, igualmente como el estoicismo se acepta la vida tal como es, y además, se desvela la necesidad y el deseo como una gran fuente de problemas, y nos quedamos solamente con el “Yo”, que finalmente es tomado como una ilusión a la que tampoco hay que tenerle apego.
El ejemplo ha sido: Puedo sentirme frustrado por el problema de no tener el poder adquisitivo que tiene el resto de mi círculo social, pero si le dejo de dar al dinero una importancia que no tiene, el problema desaparece.
Tal como estamos hablando en este artículo, podríamos decir que la ausencia del deseo de cosas nos va a ahorrar el sufrimiento de la frustración.
No desear más de lo que tienes, no desear lo del otro, no desear lo que no puedes tener, incluso no sentirte atado a lo que tienes conseguirá que no haya problemas, no habrá sufrimiento.
Como nota final solamente querría decir que es una reflexión sobre problemas concretos de los que he ido pensando últimamente, la pretensión no es hacer un compendio que pueda servir para afrontar todo problema humano, e igualmente los consejos finales son ideas que han surgido en este caso.
Y por favor, quien tenga la solución a todos los problemas puede contactarme directamente. Gracias.
sábado, 20 de junio de 2015
El bien y el mal
Una de las grandes reflexiones a las que debe enfrentarse todo sujeto viviente con un mínimo de interés por comprender un poco su vida, y debería hacerlo alejado de las moralinas de las películas desuperhéroes tan de moda hoy en día ¿Qué es eso del bien y el mal?
La datación oficial de este cuestionamiento tiene origen en el siglo V antes de cristo, cuando pensadores y filósofos griegos observaron y estudiaron reflexionaron sobre el proceso de como comenzaban a llegar rumores y noticias de lascostumbres de los pueblos vecinos, muchas tomadas con asombro y disgusto, y clasificadas socialmente como malas, desde su punto de vista.
Dicha reflexión de lo bueno y lo malo no surge de un enfrentamiento entre fuerzas del bien absoluto y fuerzas del mal absoluto, simplemente surge delenfrentamiento a lo diferente, y a su necesidad de compararlo frente a lo cotidiano, que siempre pasa más desapercibido por la costumbre.
¿Existe el bien y el mal?
Sería inútil gastar muchas palabras reintentado justificar que no existen el bien y el mal absolutos, que dependen del punto de vista del que juzga.
Vivimos en un mundo con diversas culturas, y las costumbres, ideologías y creencias varían de los sujetos de una a otra, de ahí el concepto antropológico de relativismo cultural, incluso muchas de las sociedades, como la nuestra, no son homogéneas, hay multitud de opiniones diferentes conviviendo.
También es cierto que pese a creer en lo anteriormente dicho actualmente se suelen caer en dos fallos muy comunes por los que creemos en nuestros conceptos por encima de ningún otro:
Absolutizar nuestras creencias pensando que los demás opinan como nosotros.Creer que para estar adaptado a una sociedad hay que adoptar obligatoriamente sus creencias morales.
Cuando uno tiene en cuenta estos dos fallos comunes puede observar que lo bueno y lo malo depende de cada uno y de su punto de vista hasta que alguien viene y le dice que no es así, igual que un médico dice “dejar de beber lejía sería bueno para usted” sin tener en cuenta que lo que queremos es elsuicidio, a cada afirmación sobre lo bueno o lo malo deberíamos enriquecerla con el punto de vista del que procede “desde el punto de vista de la salud sería bueno que usted dejara de beber lejía”, “desde mi punto de vista creo que actúas mal” en vez de “creo que actúas mal”.
Para llegar al concepto útil de lo bueno y lo malo hay que eliminar lo absoluto.
¿Qué es lo bueno y lo malo?
Entonces ¿Siempre va a existir alguien que vea determinados actos malos como buenos y por ello hay que permitirlos?
Para empezar, cada sociedad ha heredado gracias a su historia y su sociedad, unos conceptos sobre lo bueno y lo malo sobre los que establecer juicios en beneficio de un determinado modo de vida con el que se han identificado, aunque como hemos dicho, los tiempos y las personas cambian, y en ocasiones no toda la sociedad se identifica con dichas normas, por lo que van cambiando, o deberían.
¿Es el bien un espejismo?
Si cada sociedad tiene unas reglas que intentan sustentar una moral , habría que partir sobre el denominador común de lo que defiende cada sociedad, al menos mayoritariamente, para alcanzar un concepto universal que marque la ruta del bien, tomando la ruta del malo como lo opuesto.
Dicho concepto común a todas las culturas lo encontramos en la dignidad humana, defender al propio humano es lo racional, pues la razón parte de él. Éste concepto de entrega al semejante no solamente está protegido por las leyes y códigos morales de la mayoría de las sociedades, sino que también es el mensaje que ha extendido mayoritariamente entre filosofías y religiones del mundo, y a día de hoy parece irrefutable.
¿Y ya está?
NO. Todavía hay una problemática que surge de lasdiferencias del propio concepto de dignidad humana, y todavía hoy sigue siendo motivo de derramamiento de sangre como excusa-tapadera de otros intereses.
Se puede decir que el bien y el mal son unacuestión filosófica porque es susceptible de la duda, y de que nuestra creencia en lo bueno y lo malo varíe según vamos variando nosotros mismos.
Taijitu
El taijitu, representado el ideal del ying y el yang, nos muestra como siempre hay fuerzas opuestas que se enfrentan, y de dicho enfrentamiento surge la fuerza de la vida y la evolución de las cosas, además, en cada una de las fuerzas se contiene unapequeña proporción de aquello a lo que se enfrenta, una verdad paradójica.
Cada idea tiene su contraria, y la razón es la misma desde cualquiera de los dos puntos de vista, siendo la única fuerza cierta aquella que no se ve, que es la que surge del enfrentamiento entre dos posturas.
Aplicando de forma práctica la lección del taijitu a nuestra vida podríamos decir que por conveniencia, y supervivencia, tendríamos que estar del lado que mejor respete la dignidad humana tal como quisiéramos que respetaran la nuestra, sabiendo que siempre va a ser a costa deejercer de forma muda aquello a lo que nuestras creencias más evidentes se enfrentan ¿Acaso no encontramos esta paradoja en toda sociedad?
Aún afirmando que estamos en el lado del bien, hay que tener en cuenta que el lado del mal no muere nunca, siempre está ahí, y cuando crece demasiado se acrecienta su negación de forma natural, un rezo que de la misma manera sirve a la fuerza que enfrentamos.
lunes, 15 de junio de 2015
Para qué sirven los filósofos hoy en día
Cuando el gran público piensa en la figura delfilósofo generalmente recuerda a las grandes figuras de la filosofía y a un legado filosófico que parece sólido y casi inmóvil, algo que parece que hoy en día no tenga utilidad alguna.
Me gustaría romper una lanza a favor de los filósofos, y también de los filosofillos, de hoy en día, y abrir una discusión sobre su utilidad en la actualidad.
Daré directamente mi punto de vista ya que creo que para hablar de este tema habría que comentar primero el concepto de “QUÉ es un filósofo”, e incluso “QUÉ es la filosofía” y para qué sirve, pero dejaré que cada uno parta de su propia opinión.
Pensando la figura del filósofo actual, que los hay varios y buenos, o de cualquiera que centre su vida en la filosofía, socialmente se suele visualizar al filósofo como alguien que esta en otro mundo y se dedica a teorizar sobre hipotéticas sociedades perfectas o a anhelar tiempos pasados, pero no es así, todos los grandes filósofos, que ahora parece que caen tan lejos, han trascendido su época y su sociedad, convirtiéndose en héroes del pensamiento humano, por lo que, en primer punto, debería romperse el mito del filósofo como algo lejano a lo actual, es más, se implica, piensa y actúa con la situación social del momento como punto de partida, aportando un punto de vista más relevante e interesante que cualquier tertuliano, político o noticia sensacionalista.
Y no solo eso, si no que la figura del filósofo también se dedica a:
• Guardar los conocimientos de la filosofía, hace que todo el saber filosófico siga vivo.
• Trascender la realidad, el papel del filósofo sirve para entender y conceptualizar los problemas la realidad actual. Con la intención de…
• Hacerla más humana, ya que interpreta el mundo desde el punto de vista humanístico.
• Crear nueva filosofía desde el punto de partida actual
• Seguir investigando y reinterpretando pensamientos y pensadores anteriores
• Interpretar la respuesta humana y moral hacia nuevos descubrimientos, como puede ser la biología o la psicología.
• Ayudar con los problemas existenciales de los individuos, algo que cada vez es más común.
¿Y por qué no? Pensar la Utopía. Utopía es el lugar que no existe, es un lugar mejor que todavía no está ahí, y su visualización nos hace avanzar hacia algo mejor y más humano, para que podamos situar una meta e ir a por ella.
Y sobretodo, algo muy necesario, es que además de grandes filósofos, se cree un pequeño filósofo en todas y cada una de la personas ya que en estos tiempos en los que la información viene tan “enmascarada” y en el que hay tanta alternativa de ocio en detrimento del pensamiento, es importante que pensemos y repensemos nuestro ser y nuestra realidad para nuestro beneficio personal y común.
Después de todo esto… ¿Es útil el filósofo hoy en día? ¿La sociedad tiene en cuenta su opinión? ¿Tienen la influencia que se merecen? ¿En qué nos pueden ayudar? Son preguntas para reflexionar. El debate queda abierto.
sábado, 30 de mayo de 2015
Los Peligros de Pensar
Que se puede decir de la importancia del pensamiento para una persona, mucho, pero hay algo curioso, cuando una persona se piensa a sí misma lo que obtiene siempre es bueno porque la honestidad y transparencia es total, pero cuando piensa su entorno le lleva a enfrentamientos.
Reflexionar significa pensar críticamente, y pensar críticamente significa buscar puntos débiles a ideas rígidas y convicciones establecidas.
Pensar es peligroso porque pone en entredicho las ideologías y sistemas que a ciertas entidades les ha costado mucho imponer para su propio beneficio.
Se hace mucho por que la gente no piense, se hace mucho por atomizar, enfrentar y entretener a la población. El ocio que triunfa hoy en día es el ocio del entretenimiento, la terapia que funciona al llegar a casa es la terapia de desconectar. En los colegios no se enseña a pensar, se adoctrina, no se aprende, se memoriza.
El determinismo histórico ha alcanzado nuestro día a día. Cuando vemos la historia, vemos la lógica en todos los sucesos acontecidos, pensando que no ha habido otra manera posible de que pasaran las cosas, la historia nos es dada y no hace falta pensarla. Hoy en día parece que ese determinismo, ese “es lógico que las cosas sean así”, nos ha alcanzado. No hace falta pensar la historia, y ya tampoco hace falta pensar el presente.
Parece que incluso se ha instaurado la máxima de que pensar es peligroso, pues ya no se piensa, así quitan algo bueno para nosotros, y algo malo para ellos.
Llevamos nuestra vida por modernas tuberías, mientras que el pensamiento crítico es un río de montaña, que nace en lo más puro y baja con fuerza llevándose toda barrera artificial.
Este post se llama “los peligros de pensar” Debería llamarse los peligros de NO pensar.
El único peligro de pensar es para el que se beneficia de la ignorancia y el control ajeno, podemos aplicarlo a todos los tiranos de la historia, la única diferencia es que el tirano que tenemos ahora no tiene cabeza ni castillo, aunque podemos verlo en casi todo lo que hacemos.