sábado, 5 de septiembre de 2015

Punto y Coma

Suerte tienen las personas que saben con certeza que vinieron a este mundo a cumplir un propósito, que su vida tiene un sentido, andan viviendo sin esa incisiva duda que corroe el alma y los pensamientos, saben a ciencia cierta que suman o restan; yo no era de esas personas, soy una persona dudosa, mi formación académica me ha enseñado a cuestionar todo y esta duda sobre si yo tenía o no un propósito, sobre si mi vida tenía sentido, se metió tanto en mi ser en mi cabeza en mi subconciente que se convirtió en mi única pregunta existencial pues las otras estaban condicionadas a si esta era positiva o negativa y la respuesta siempre era la misma “No”  no tienes un propósito en la vida, tu vida no tiene sentido, no tenía experiencias empíricas que me lo demostraran.

Hasta hace unas semanas, algo paso, tome una decisión basada en el desespero, basada en el egoísmo, basada en la idea que yo no sumaba ni restaba en la vida de las personas ni en el mundo, tome como excusa problemas triviales los magnifique y los convertí en mis razones en mis pretextos para huirle a un mundo en el que no tenía cabida, para huirle a una vida sin sentido; termine tomándome setenta pastas para dormir y no despertar nunca más, a pesar de que fue una mala decisión si fue muy planificada, investigue cuanta cantidad de este medicamento tenía que tomar para que su ingesta fuera mortal, planee el día exacto que las tomaría, un viernes en la tarde, debido a que los sábados no trabajaba y nadie preguntaría porque no despertaba aun, hasta que fuera tarde, hasta que la medicina ya hubiesen cometido su propósito, planee todo para que el único resultado fuera morir, pero no.

La vida, el destino, alá, buda, dios, la madre naturaleza, en realidad no sé quien o que o por qué pero a pesar de la planeación de la cantidad de medicina que tome de lo mucho que quería morir, estaba viva y bien, sin ninguna complicación, sin ningún efecto segundario importante.

Esto fue decisivo en mi forma de ver el mundo, en la forma de ver mi vida, está era la experiencia empírica que necesitaba ahora era claro para mí que a pesar de todo lo que pensaba a pesar de todos mis sentimientos a pesar de todas mis dudas la única conclusión racional que podía sacar de esta experiencia es que estoy en el mundo por algo ¿Qué es? No lo sé.

Este evento ha puesto muchos matices a mi existencia, no puedo decir que soy una persona diferente, sigo siendo la misma con la misma oscuridad dentro de mí, pero ahora huir no es una opción racional ahora la única opción racional el pelear, afrontar todos estos pensamientos todas  la dudas con la firme certeza de que no me vencerán otra vez.

Me queda como tarea seguir sanándome afrontando los problemas sin convertirlos en pretextos para mis emociones negativas e intentando darle respuesta a la nueva pregunta existencial.

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